Este diario va a cambiar tu experiencia de cómo vives la Santa Misa.
Cada domingo cuando entres en la iglesia reza, “¡Dios, muéstrame una forma en esta Misa de cómo puedo ser la mejor versión de mi misma(o) esta semana!” Dios nunca falla en responder esta oración. Así que cada semana, escribe en este diario aquella única forma o manera en la que sientes que Dios te está retando a crecer, cambiar y convertirte en ser todo lo que Él te ha creado para que seas.
Al tener este hábito vas a poder en el futuro mirar en tu diario y ver aquel periodo de tu vida donde luchabas con problemas en la vida y ver como Dios te ha ayudado a sobrellevarlos. Ese conocimiento de ver de dónde has venido, esa continuidad espiritual, es poderoso. Nos da esperanza en tiempos de desánimo y gozo en tiempos de dolor.
Este Diario de Misa se va a convertir en una herramienta poderosa en tu vida de oración diaria. Y te ayuda en tu conversación con Dios en tu tiempo de oración.
Nuestras vidas cambian cuando nuestros hábitos cambian
Un Diario de Misa es un hábito que cambia la vida de un individuo, un matrimonio, una familia, una parroquia y toda la Iglesia.
Como individuo, llévatelo a la Misa, escribe una cosa que tú crees que Dios te dice esa semana y escribe la fecha de entrada. Entonces usa tu Diario de Misa en tu vida de oración diaria que va a permitirte estimular tu conversación con Dios.
En tu matrimonio, toma unos minutos la noche del Domingo para conversar entre ambos lo que cada uno escucho de Dios y en lo que van a poner a trabajar en la semana entrante. Entonces juntos hacer oración por cada uno, guardando estas intenciones específicamente en mente.
En tu familia, de regreso a casa de la iglesia preguntar a tus hijos, ¿Qué es lo que Dios te dijo en misa hoy? Que esto sea un hábito – simplemente al hacerles esa pregunta estas ensenándoles a escuchar la voz de Dios en sus vidas.
Para probar esta herramienta, le pedí a una amiga que es una profesora Católica de preguntar a sus alumnos de segundo grado, a primera hora cada lunes, que fue lo que Dios les dijo en Misa el domingo. Ella me dijo que no podría hacer eso ya que muchos de los niños no van a Misa los domingos. Yo le animaba a que no se preocupara de ello y que hiciera la pregunta fielmente todos los lunes. Luego de tres meses, en las conferencias de padres y maestros, ocho padres de familia hablaron acerca de cómo ellos habían dejado de ir a Misa hace un tiempo, pero que este año sus hijos empezaron a pedirles que les llevaran a Misa. Ellos querían escuchar lo que Dios le iba a decir. Eso fue lo que le dijeron a sus padres.
En tu parroquia, has que todos tengan un Diario de Misa. Tal vez después de la homilía, el sacerdote pudiera animar a todos a tomar un momento de silencio y escribir aquella única cosa que Dios les ha dicho hasta ese momento en la Misa. Podrían pasar el resto de la Misa rezando como quieren empezar a vivir esa única cosa en la semana entrante.
Escuchando la Voz de Dios
Me parece que nuestras vidas cambian para mejor solo cuando escuchamos la voz de Dios y respondemos a lo que escuchamos con valentía y generosidad.
Imagina a cada persona en tu familia y parroquia llegando a Misa con un diario, escuchando a la voz de Dios en sus vidas, buscando esa sola cosa para hacer en la semana entrante. Imagina las conversaciones que tendrías con tus hijos, tu esposo(a), tus amigos y tu pastor sobre esa sola cosa en la que estás trabajando. Imagina la energía. Imagina la renovación. Imagina las posibilidades.
Ahora imagina a cada Católico en América llegando a su parroquia el domingo con su Diario de Misa buscando activamente esa sola cosa que les ayudara ser la mejor versión de sí mismos esa semana. Tenemos problemas en la Iglesia, pero yo creo que un simple habito como este puede cambiarlo todo para la Iglesia Católica en América. Haz que las personas este escuchando a la voz de Dios en sus vidas y algo increíble va a ocurrir. Solo en el momento que la gente se pone a escuchar la voz de Dios en sus vidas, ellos no van a ser capaces de absorber las Escrituras, la homilía, clases de formación de fe, libros Católicos y la belleza de los Sacramentos.
Pero una vez que las personas están escuchando la voz de Dios en sus vidas, ellos se convierten en esponjas para absorber todo lo que la Iglesia Católica tiene para ofrecer. Enseñando a la gente a escuchar la voz de Dios en sus vidas es vital para la Iglesia.
¿Puede este simple hábito transformar la Iglesia Católica en los Estados Unidos? ¿Puede también transformar tu vida, matrimonio, familia, parroquia, carrera, vida espiritual, colegio, negocio y tu apreciación del Catolicismo?
Sí. Por muy sencillo que te parezca, tienes en tus manos la llave para transformar la Iglesia Católica en América. Me pregunto si tenemos la suficiente humildad como Iglesia de aceptar y hacer esta estrategia simple para avanzar.
Yo te invito a comprar un cuaderno para tener tu pequeño Diario de Misa contigo cada domingo. En camino a la Iglesia haz conmigo esta simple oración, “Dios mío, muéstrame una cosa en esta Misa que me ayude a ser una mejor versión de mi misma(o) esta semana! Evita la tentación de escribir muchos apuntes. Solo escribe una sola cosa que tu sientes que Dios te está llamando para crecer y pon la fecha de entrada a lo que vas a escribir.
Después de un año, vas a poder revisar las páginas de tu diario y ver cómo has crecido. Y en diez años, vas a tener diez de estos diarios y al leerlas veras el recorrido de tu viaje espiritual a través de los años.
Hay genialidad en el Catolicismo. Vamos a redescubrirlo juntos.
Matthew Kelly
(Traducido de Mass Journal by Matthew Kelly)
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