Las enfermedades crónicas suponen un 75% de los gastos médicos en Estados Unidos y son las causas principales de fallecimiento. Estas enfermedades tienen también un componente emocional y espiritual que debe tratarse para poder controlarlas y sanar completamente.
1 de cada 2 personas en el país sufren de enfermedades crónicas y son responsables del 70% de las muertes. Estas son las enfermedades cardiovasculares, derrame cerebral, cáncer, diabetes y problemas respiratorios principalmente. Son enfermedades que duran un gran tiempo y que no son fácilmente curables o incluso totalmente.
Entre las principales enfermedades crónicas, la depresión es una de las comorbilidades principales. Es decir, está presente comúnmente e incluso es una de sus principales complicaciones. Se estima que más de un tercio de los pacientes con enfermedades crónicas sufren de depresión.
Es fácil entender porque esto puede suceder. Las enfermedades crónicas producen grandes cambios en nuestras vidas y limitan nuestra independencia y también el disfrute de la vida. Así mismo, nuestra esperanza baja y vemos la vida desde un prisma más negativo. En el aspecto físico, muchas de estas enfermedades están ligadas a inflamaciones. Las mismas inflamaciones que las causan, llevan a la depresión también. Y viceversa, un estado depresivo lleva a inflamación y ésta causa las enfermedades crónicas según avisan los expertos.
De ahí que,
- Entre un 40% y 65% de los pacientes que han tenido un ataque al corazón sufren de depresión
- El 20% de los pacientes con enfermedades coronarias lo tienen también
- Está presente en el 25% de los pacientes con diabetes
- En el 25% de los pacientes con cáncer
- Y el 27% de los que han sufrido un derrame cerebral
Lo que es más, el 43% de las mujeres hispanas tienen síntomas de depresión alta, de acuerdo a una encuesta realizada por la CommonWealth.
Si a la depresión, sumamos ansiedad y otras, representan una gran epidemia de enfermedades emocionales junto con enfermedades crónicas. Y estas enfermedades emocionales a su vez tienen un gran componente espiritual. La tristeza, falta de esperanza, desánimo y también desorden que generalmente les acompañan a menudo da lugar a una pobreza espiritual. Y a su vez la fuerza espiritual del paciente ayuda a superar la depresión y otras enfermedades mentales, lo que afecta también la salud física del paciente. Pero también vemos que una vida pobre espiritualmente puede llevar fácilmente a trastornos emocionales.
Por ello, JACHO, la comisión que regula los servicios en los hospitales recomienda conocer el nivel de espiritualidad de los pacientes y ver la importancia que la religión tiene para estos en el proceso de sanación. A esto se suma que la mayoría de los doctores piensan que la religión tiene un gran papel en la salud del paciente.
Si como vemos la salud emocional, espiritual y física de las personas están íntimamente relacionadas, ¿por qué no se usan intervenciones que incorporen el estado emocional y espiritual de los pacientes en los tratamientos de salud física? Sin duda este tipo de intervenciones tienen un resultado positivo.
Por eso es que cada vez más doctores apoyan estos métodos alternativos como nuestro Proceso del Perdón como parte de un compendio de tratamientos.
Si quieres sanar de raíz de tus enfermedades crónicas, mira como tu salud emocional y espiritual te está afectando. El Proceso del Perdón te puede ayudar. Ven a nuestro próximo taller del PODER DEL PERDON PARA SANAR Y SER FELIZ.
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