Hay una línea leve entre querer dar lo mejor a nuestros hijos y malcriarlos. Muchas veces en ese deseo de que no sufran, de que tengan lo que necesitan, nos pasamos de esa raya y criamos hijos caprichosos que se creen con derecho a todo lo que quieren, no solamente lo que necesitan.
Quizá es la lucha constante entre el deseo de disciplinar y el deseo de mantener la paz. No siempre es posible tener ambas cosas. A veces, como decimos, nos tenemos que “dejar el hígado” por nuestros hijos y tomar decisiones y acciones que no les van a gustar pero son buenas para ellos.
Todos podemos señalar a mocosos que vemos por ahí que son mimados, caprichosos y malcriados. Pero en lo que concierne a nuestros hijos no es tan fácil ver las señales. Aquí tienes 10 recopiladas por Rebecca Gruber.
- Hace berrinches a menudo: El signo más seguro de un niño mimado es que con frecuencia lanza rabietas, tanto en público como en casa.
- No está nunca satisfecha: Los niños mimados a menudo no pueden expresar su satisfacción con lo que tienen. Si ven a alguien con algo que no tienen, van a quererlo inmediatamente.
- No Ayuda: A ningún niño le gusta limpiar, pero una vez que han pasado los primeros años de vida, debe estar dispuesto a ayudar con las tareas más pequeñas, como la limpieza de sus juguetes y recoger su ropa y zapatos.
- Trata de controlar a los adultos: Los niños mimados a menudo no ven la diferencia entre sus compañeros y los adultos, esperando que ambos les atiendan y escuchen en todo momento.
- Te avergüenza en público frecuentemente: Un desliz aquí y allá es normal, pero cuando sus hijos avergüenzan a propósito de sus padres en público simplemente por atención, la situación va más allá de un hecho aislado.
- No comparte: Compartir es algo difícil para que los pequeños dominen, pero una vez que tienen ya 4 años, deben estar dispuestos a compartir juguetes, golosinas, etc. con sus amigos y hermanos.
- Tienes que rogarle: Un padre es una figura de autoridad y se debe obedecer cuando pide algo. No debería tener que rogar a su hijo a que complete una tarea u obedezca.
- Te ignora: A ningún niño le gusta escuchar la palabra “no”, pero no debe ignorar cuando sus padres le están hablando.
- No juega solo: A partir de los 4 años, los niños deben estar dispuestos a jugar independientemente por su cuenta durante un cierto tiempo. La necesidad constante de un padre o compañero de juegos demuestra su necesidad de atención.
- Tienes que sobornarlo: Los padres no deberían tener que sobornar a sus niños con dinero, juguetes, golosinas o similar con el fin de conseguir que hagan las tareas de la casa u obedezcan.
Una vez que hayas leído estas señales, ¿cuántas tiene tu hijo o hija? Próximamente presentaremos soluciones a qué hacer cuando tienes un hijo consentido. Mientras tanto, mira la Declaración de los Derechos de los Niños.
Si necesitas ayuda con tus hijos ven a nuestro próximo taller de Escuela para Padres. Gracias.
Excelente articulo. Solo cuiden la ortografia. No es “ralla” sino raya.
Excelente artículo. Sugiero corregir la falta ortográfica del primer párrafo, pues se escribe “raya”. Saludos.
[…] otro día escribíamos acerca de cómo identificar si tenemos hijos consentidos. Con sus llamadas y las personas que han sacado cita buscando ayuda vemos claramente que en mayor o […]