Hay una línea leve entre querer dar lo mejor a nuestros hijos y malcriarlos. Muchas veces en ese deseo de que no sufran, de que tengan lo que necesitan, nos pasamos de esa raya y criamos hijos caprichosos que se creen con derecho a todo lo que quieren, no solamente lo que necesitan.

Quizá es la lucha constante entre el deseo de disciplinar y el deseo de mantener la paz. No siempre es posible tener ambas cosas. A veces, como decimos, nos tenemos que “dejar el hígado” por nuestros hijos y tomar decisiones y acciones que no les van a gustar pero son buenas para ellos.

hijos consentidosTodos podemos señalar a mocosos que vemos por ahí que son mimados, caprichosos y malcriados. Pero en lo que concierne a nuestros hijos no es tan fácil ver las señales. Aquí tienes 10 recopiladas por Rebecca Gruber.

  1. Hace berrinches a menudo: El signo más seguro de un niño mimado es que con frecuencia lanza rabietas, tanto en público como en casa.
  2. No está nunca satisfecha: Los niños mimados a menudo no pueden expresar su satisfacción con lo que tienen. Si ven a alguien con algo que no tienen, van a quererlo inmediatamente.
  3. No Ayuda: A ningún niño le gusta limpiar, pero una vez que han pasado los primeros años de vida, debe estar dispuesto a ayudar con las tareas más pequeñas, como la limpieza de sus juguetes y recoger su ropa y zapatos.
  4. Trata de controlar a los adultos: Los niños mimados a menudo no ven la diferencia entre sus compañeros y los adultos, esperando que ambos les atiendan y escuchen en todo momento.
  5. Te avergüenza en público frecuentemente: Un desliz aquí y allá es normal, pero cuando sus hijos avergüenzan a propósito de sus padres en público simplemente por atención, la situación va más allá de un hecho aislado.
  6. No comparte: Compartir es algo difícil para que los pequeños dominen, pero una vez que tienen ya 4 años, deben estar dispuestos a compartir juguetes, golosinas, etc. con sus amigos y hermanos.
  7. Tienes que rogarle: Un padre es una figura de autoridad y se debe obedecer cuando pide algo. No debería tener que rogar a su hijo a que complete una tarea u obedezca.
  8. Te ignora: A ningún niño le gusta escuchar la palabra “no”, pero no debe ignorar cuando sus padres le están hablando.
  9. No juega solo: A partir de los 4 años, los niños deben estar dispuestos a jugar independientemente por su cuenta durante un cierto tiempo. La necesidad constante de un padre o compañero de juegos demuestra su necesidad de atención.
  10. Tienes que sobornarlo: Los padres no deberían tener que sobornar a sus niños con dinero, juguetes, golosinas o similar con el fin de conseguir que hagan las tareas de la casa u obedezcan.

Una vez que hayas leído estas señales, ¿cuántas tiene tu hijo o hija? Próximamente presentaremos soluciones a qué hacer cuando tienes un hijo consentido. Mientras tanto, mira la Declaración de los Derechos de los Niños.

Si necesitas ayuda con tus hijos ven a nuestro próximo taller de Escuela para Padres. Gracias.